Al oir esto; el principe se asustó tanto que cogió se espada y se la clavó en el pecho y la muerte se hizó polvo, pero el polvo volvió a unirse y dijó:
- ¿Crees que por ahi me ibas a matar?- el principe responde:
- y como entonces?- dijó, creyendo que la muerte no le diria nada.
- Por la codo digo el talon- dijó la muerte con un tono nervioso.
- Gracias- dijó antes de terminar, le clavó la espada en el cuello y la muerte cayó y dijó:
- Como lo supiste.
- Porque dijiste la codo y talon, uní las palabras y dijiste por la cota que estan en el cuello.

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